Quién soy?
Soy Antón Freire, tengo 22 años, y llevo dedicándome a la fotografía desde hace más de siete, por otro lado, hace un tiempo, entré de lleno en el mundo del vídeo e iluminación, donde me enamoré del color, tanto fué así, que opté por culminar mis estudios con un master en color grading en la ECAM, Madrid.
Mi historia. Pasión por el vídeo y el color
Empecé mi camino en el mundo audiovisual como fotógrafo, algo que ya me apasionaba desde temprana edad, de esa forma, decidí comenzar a formarme más seriamente a partir de los 15 años. Fué pasados los 16, cuando empecé a colaborar en proyectos de pequeñas dimensiones como aprendiz.
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Más tarde me decidiría por comenzar mis estudios superiores en dirección de fotografía, donde tuve la oportunidad de apreciar de cerca cada uno de los pasos de una producción de mayor calibre, como podían ser rodajes o sesiones de estudio.
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Fué terminando el último año de formación donde me enamoraría de la ciencia del color y el etalonaje, por lo que, después de haber estado unos años trabajando como freelance en el sector de la fotografía, el montaje y el vídeo, me decidiría por culminar toda mi preparación con un Máster en Color Grading, el cual, cursé en la ECAM, Madrid.
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Ahora que estoy satisfecho con mi preparación, quiero poder utilizar todos los conocimientos adquiridos durante todo este tiempo, para llevar al siguiente nivel las producciones de todo aquel que tenga un proyecto.
¿Con que trabajo?
El Color grading en Da Vinci Resolve.
Da Vinci Resolve es una de las herramientas más extendidas y valoradas en la actualidad dentro del mundo audiovisual, y no es difícil entender por qué. Su versatilidad y potencia la han convertido en un estándar en la industria, tanto para profesionales como para aficionados. Este software no solo se utiliza para la corrección de color, sino que también integra funcionalidades de edición, postproducción de audio y efectos visuales, todo en una única plataforma. Esto lo convierte en una opción integral que ahorra tiempo y esfuerzo.
Personalmente, considero que, en lo que respecta al color y la imagen digital, es el instrumento más intuitivo disponible hoy en día. Su interfaz amigable y las potentes funciones que ofrece permiten que los usuarios, sin importar su nivel de experiencia, puedan navegar con facilidad. Desde el primer momento en que comencé a utilizarlo, quedé impresionado por la forma en que las herramientas están organizadas y cómo se integran sin problemas, lo que minimiza la curva de aprendizaje.
Además, proporciona una serie de medios y herramientas que facilitan enormemente la interacción con el programa. Desde la manipulación de curvas y la creación de máscaras, hasta la aplicación de LUTs y efectos personalizados, cada aspecto está diseñado para que los usuarios puedan experimentar y encontrar su propio estilo visual. Esto se traduce en un flujo de trabajo rápido, eficaz y cómodo, lo que es fundamental en un entorno creativo donde el tiempo es valioso. La capacidad de trabajar en múltiples capas y ajustar los colores en tiempo real permite una flexibilidad que es difícil de igualar.
En este entorno, será donde desarrollaré el look que estás buscando y ajustaré las imperfecciones para llevar tu proyecto al siguiente nivel.
Si ya tienes una visión clara de lo que deseas, estoy aquí para ayudarte a materializarlo utilizando las capacidades avanzadas de Da Vinci Resolve.
La capacidad de ver cambios instantáneamente al realizar ajustes te permite experimentar y refinar tu visión con una rapidez impresionante.
Pero si aún no estás seguro de lo que quieres, ten la certeza de que, trabajando juntos con esta poderosa herramienta, descubriremos la estética y el estilo que realmente se alineen con tu proyecto. La creatividad es un proceso colaborativo, y estoy entusiasmado por ser parte de tu viaje audiovisual.
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